Esta vivienda busca la máxima eficiencia energética adaptándose al programa, las orientaciones solares, las vistas y la pendiente del terreno.
Equipo OHLAB: Paloma Hernaiz, Jaime Oliver, Rebeca Lavín, Walter Brandt, Sergio Rivero de Cáceres
El proyecto optimiza el programa agrupándolo en cuatro cajas -cocina, estar/comedor, habitación principal y habitaciones de invitados- que pueden funcionar en conjunto o independientemente. Cada una de las cajas se coloca cuidadosamente sobre el terreno gira sobre su eje con precisión para buscar las mejores vistas y la mejor orientación según su uso. Las habitaciones se orientan a Este, al jardín y al Castillo de Bellver; la zona de estar y comedor a Sureste, al mar y al jardín; la cocina se orienta a Sur y a la huerta; y, en el altillo sobre el salón, la terraza mirador se orienta hacia las vistas sobre el mar y cuenta con un ventanal sobre el salón orientado a Sur permitiendo que el sol de invierno caliente la zona principal de la vivienda mientras que un retranqueo del ventanal protege del sol en verano.
Cada una de las cajas cuenta con aperturas grandes hacia las mejores orientaciones y las vistas y unos huecos más pequeños en su cara opuesta que permite una ventilación cruzada y aprovechar las brisas Este-Oeste del lugar. Las aperturas a Sur están retranqueadas para permitir el paso del sol del invierno e impedir el de verano mientras que las aperturas a Este y Oeste se protegen con unas persianas de lamas exteriores orientables.
La vivienda se ha diseñado según los estándares Passivhaus para conseguir una máxima eficiencia energética. Se ha realizado un riguroso estudio infográfico para garantizar un óptimo aporte calorífico, maximizándolo en invierno y el minimizándolo en verano. La fachada cuenta con un sistema de aislamiento térmico exterior aumentando el grosor del aislamiento hasta 12 cm. y cuidando rigurosamente todos los encuentros para evitar completamente cualquier puente térmicos. Se han reducido al máximo las infiltraciones en los cerramientos así como la hermeticidad en toda la envolvente para superar los tests de presurización en todos los espacios acondicionados. Se aprovecha el clima suave de Mallorca para ahorrar el sistema de renovación de aire con recuperación de calor y en cambio aprovechar la ventilación cruzada. Gracias a este diseño no será necesaria refrigeración y la demanda de calefacción es sólo de 11kWh/(m2a) que se resuelve con un reducido circuito perimetral de suelo radiante. La energía para calentar el agua caliente sanitaria se obtiene casi en su totalidad de la instalación solar térmica. Las cubiertas inclinadas cuentan con un sistema de recogida de las aguas pluviales, tres de las cubiertas recuperan para riego mientras que la cuarta cubierta es “limpia” y recupera para consumo. Para ello se habilitan dos aljibes independientes, uno de 40 m3 y otro de 8 m3, que se disponen aprovechando los huecos creados entre la vivienda y el terreno inclinado.
El jardín cuenta con un huerto, vegetación autóctona de bajo mantenimiento y árboles de hoja caduca junto a la cara sur de la vivienda para proteger del sol en verano.
El proyecto se realiza con un bajo coste de construcción y un bajísimo coste de mantenimiento energético. Se trata de una vivienda que promueve valores medioambientales y de sostenibilidad, reportando ahorro y confort sin que ello implique un esfuerzo económico adicional.
Equipo OHLAB: Paloma Hernaiz, Jaime Oliver, Rebeca Lavín, Walter Brandt, Sergio Rivero de Cáceres
Arquitecto técnico: Jorge Ramón
Estructura: Jesús Alonso
Asesor eficiencia energética: Anne Vogt
Dirección de obra: Paloma Hernaiz, Jaime Oliver (arquitectos) Jorge Ramón (aparejador)
Fotos: José Hevia
Fuente: http://ohlab.net/project/casa-mm-2/
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