A Gernot Minke se le considera el padre de la bioconstrucción. Propone hacer casas 100% compatibles con el medio ambiente.
Una casa 100% compatible con el medio ambiente, construida a la medida justa del gusto y las necesidades de cada familia. Accesible en términos económicos, resistente a los terremotos, con amplios ambientes, muros hechos de barro y techos “vivos” armados nada menos que con la vegetación típica de cada lugar; fresca en el verano y cálida durante los gélidos días de invierno.
La lista de beneficios que aglutinan las viviendas ecológicas, es casi tan extensa como la trayectoria de quien hace ya casi 30 años comenzó a idearlas y hacerlas realidad, el arquitecto y doctor en ingeniería, Gernot Minke.
Hace unos días, el hombre que marcó un cambio de rumbo en el terreno del diseño y la bioconstrucción a nivel mundial, visitó por tercera vez Mendoza (Argentina) para mostrar que es posible edificar utilizando aquello que la naturaleza se encarga de regalar: tierra y plantas silvestres.
“Uno de mis temas de investigación es la construcción de los techos verdes; este es un aspecto muy importante para Mendoza y para el mundo, porque se trata de utilizar la propia vegetación del lugar”, destaca en un perfecto español este alemán de 76 años.
Fiel a su interés por el cuidado del planeta y con la premisa de conocer las experiencias existentes en la provincia en materia de bioarquitectura, Gernot recorrió la Eco Villa Tunduqueral, en Uspallata, donde ya ha cobrado vida un proyecto para construir una aldea ecológica y autosustentable.
Entre los datos que destaca el ingeniero, uno sintetiza la necesidad de propiciar proyectos menos nocivos: “El 6% del CO2 producido por la humanidad en el planeta es por el uso de cemento en la construcción”, asegura el investigador que levantó su casa de ladrillo crudo, barro y plantas silvestres con sus propias manos hace ya 20 años, en la localidad de Kassel, Alemania, donde aún vive.
Antes de realizar su viaje a este paraje mendocino, Gernot brindó una charla en la Universidad de Mendoza y en diálogo con Los Andes explicó en qué consiste esta innovadora manera de construir.
- ¿Cuáles son los beneficios de una casa con techos fabricados con la vegetación del lugar?
- “Permiten un buen aislamiento térmico para la casa, tanto en verano como en invierno”.
- “Permiten un buen aislamiento térmico para la casa, tanto en verano como en invierno”.
- ¿Ha logrado difundir su experiencia con este tipo de construcciones a nivel mundial?
- “Sí, en Asia, Europa, Chile, Ecuador, Bolivia. Colombia, Brasil y Argentina he podido mostrar mis investigaciones con muy buenos resultados”.
- ¿En cualquier lugar del mundo se puede construir una casa con techos verdes?
- “Sí; sólo hay que buscar plantas del lugar, que sean silvestres”.
- “Sí; sólo hay que buscar plantas del lugar, que sean silvestres”.
Otro aspecto sobre el cual este referente de la bioconstrucción nunca dejó de investigar, tiene que ver con la posibilidad de levantar muros y crear espacios habitables y sismorresistentes, ocupando barro en lugar de hormigón.
De hecho, tiempo atrás, Minke realizó con éxito una demostración de este tipo en Perú. La prueba consistió en instalar una bóveda de barro sobre una mesa vibratoria que simuló un terremoto. La construcción permaneció intacta pese a los movimientos.
- Desde el punto de vista ambiental, ¿cuál es el saldo a favor que genera la bioconstrucción?
- “Los materiales que se utilizan son no industrializados, por lo tanto producen menos impacto en el medio ambiente. Lo que se busca es utilizar los materiales que hay en cada lugar.
- ¿Qué características debe tener una estructura antisísmica hecha de barro y vegetales?
- “Hay dos posibilidades. Una es construir con un material muy macizo, como el sistema de tapial. La otra es construir de manera flexible o dúctil, de modo que la energía del sismo sea absorbida por deflexión”.
- “Hay dos posibilidades. Una es construir con un material muy macizo, como el sistema de tapial. La otra es construir de manera flexible o dúctil, de modo que la energía del sismo sea absorbida por deflexión”.
- ¿Porqué se interesó en este tipo de construcciones?
- “Yo vi en 1979 los daños de un terremoto muy fuerte en Guatemala y quise investigar porqué se cayeron esas construcciones.
- “Yo vi en 1979 los daños de un terremoto muy fuerte en Guatemala y quise investigar porqué se cayeron esas construcciones.
Minke no deja de mencionar la cuestión social y cultural ligada a esta modalidad de construcción. Asegura que si bien son varios los factores materiales que influyen para lograr los efectos deseados (tales como el clima, la topografía y la naturaleza de cada lugar), existen otros que van en detrimento de un real nivel de concientización.
“He notado que prevalece un gran prejuicio social basado en el desconocimiento”, lamenta el investigador y destaca la necesidad de generar una mayor concienciación en este sentido dentro del ámbito educativo. Zulema Usach, Los Andes.
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