A la sede de Abengoa se le podría aplicar el viejo dicho de "la cara es el espejo del alma". Durante años, la mayor empresa andaluza estuvo ubicada en un imponente edificio del centro de Sevilla, en el que, no obstante, la principal característica era la invisibilidad. A sus cristales opacos se añadía que no había ni un solo rótulo identificativo que dejase entrever que allí estaba el cuartel general de un hólding con miles de empleados. Nada extraño, en todo caso, en una compañía en la que la aversión a la notoriedad la llevaba marcada a fuego en su ADN.
Sin embargo, a principios de siglo, el grupo presidido por Felipe Benjumea dio un giro estratégico a su negocio, apostando de forma decidida por las energías renovables, la I+D, las nuevas tecnologías, el medio ambiente y la internacionalización. A todo ello se unió un cambio en su cúpula directiva y una necesidad de mayor transparencia ante su creciente peso en bolsa. Un cambio en su alma que requería de una profunda remodelación de su rostro, cuyo principal rasgo a partir de entonces sería la sostenibilidad medioambiental.
Ante este escenario, en 2005 sacó a concurso el diseño de su futura sede central, proyecto al que se presentaron medio centenar de candidatos. Resultó vencedor el prestigioso arquitecto británico Richard Rogers, premio Pritzker 2007 y artífice de edificios tan representativos como el Centro de Arte y de Cultura Georges Pompidou de París o la Terminal 4 de Barajas. Junto a él, fueron escogidos como colaboradores los españoles Vidal y Asociados Arquitectos, el estudio de Juan Fernández Carbonell e Ingeniería Arup.
Cuatro años después y tras una inversión superior a los cien millones, los Reyes inauguraban Campus Palmas Altas (CPA), el nombre elegido para albergar la sede central de Abengoa. Situada a las afueras de la capital hispalense -junto al Puente del V Centenario-, se levantó sobre un solar de 42.100 metros cuadrados con una superficie construida de 50.000 metros.
Además de la multinacional sevillana, también se han asentado otras empresas sinérgicas o colaboradoras, así como diferentes instituciones. Por encima de todas ellas destaca la Universidad Loyola, que destinará casi 40 millones para instalarse en el complejo. La familia Benjumea está estrechamente ligada a este centro académico desde que la institución de los jesuitas becase al patriarca Javier Benjumea Puigcerver para que pudiese estudiar en ICAI, un hecho clave para que posteriormente, en 1941, fundase Abengoa.
"Palmas Altas se ha consolidado como un centro de referencia internacional en I+D+i, al tiempo que es el mejor ejemplo del compromiso de la compañía por la innovación, la tecnología, el medio ambiente y la arquitectura sostenible", explican desde la multinacional. Tanto es así que CPA está considerado como el primer parque empresarial dedicado a la innovación de Andalucía y la mayor tecnópolis de iniciativa privada del sur de España.
De los 50.000 metros cuadrados de superficie construida, Abengoa ocupa 30.000, donde trabajan 3.000 de los más de 22.000 empleados que tiene repartidos por todo el mundo. Alrededor de 16.300 metros cuadrados están reservados para otras compañías e instituciones, mientras que los 3.700 restantes albergan los servicios comunes.
Premios internacionales:
El complejo -que ha sido galardonado con el Premio RIBA (Royal Institute of British Architects) y el Prime Property Award de Union Investment Group- cuenta con siete edificios de entre dos y cuatro alturas, que quedan agrupados en dos áreas en torno a la plaza central. Además, tiene 1.500 plazas de aparcamiento subterráneas y amplias zonas ajardinadas.
El diseño interior de los edificios favorece el concepto de oficina abierta, "que facilita la interacción, la comunicación y el intercambio de información entre todos los usuarios". Desde antes de que los primeros bocetos se plasmasen sobre el papel, un objetivo prioritario de la dirección de Abengoa fue que las instalaciones ofreciesen "el mejor y más confortable entorno laboral a todos los empleados".
Un modelo que incluye guardería con capacidad para 150 niños, un gimnasio de uso gratuito, centro médico, una central de viajes, zona de aparcamiento y reparación de bicicletas, y transporte gratuito en autobuses lanzaderas que conectan el centro de trabajo con diferentes puntos de Sevilla. Además, cuenta con tres espacios de restauración con capacidad para ofrecer más de 750 comidas simultáneamente. Este último punto ha sido objeto de algunas críticas, dado que los empleados están obligados a comer en los restaurantes ubicados dentro del complejo. Un hecho que la compañía defiende al considerar que no sólo aumenta la productividad, sino que también sirve para mejorar las relaciones entre la plantilla.
Eficiencia energética:
Al margen de polémicas, el cuartel general de Abengoa se ha convertido en un emblema dentro y fuera de España en lo que se refiere a eficiencia energética, liderazgo medioambiental y reducción de emisiones de CO2. Prueba de ello es que el prestigioso Building Council de EEUU le concedió la Leed Platino, la más alta de las cuatro categorías creadas por este organismo para valorar la sostenibilidad de un inmueble, situando a Palmas Altas como el más avanzado de Europa en esta materia.
Una de las claves de este reconocimiento es que el campus no sólo está diseñado para reducir al mínimo el consumo de energía, sino que es capaz de producir dos tercios de la electricidad que necesita mediante el uso de diferentes tecnologías verdes. Como ejemplo, posee colectores cilindroparabólicos; paneles fotovoltaicos que transforman la luz solar en electricidad; una planta de trigeneración, que produce simultáneamente electricidad, calor y frío; pilas de hidrógeno, que generan energía adicional, y sistemas de climatización e iluminación eficientes.
Esta apuesta por la sostenibilidad viene acompañada por numerosas zonas verdes diseñadas por la paisajista María Medina y el arquitecto Gregorio Marañón, "que han ideado espacios singulares, representativos e íntimos, sin olvidar el compromiso con el cuidado del medio ambiente y el desarrollo sostenible. Paisajes que -añaden en Abengoa- recuperan los valores tradicionales de los jardines hispanoárabes".
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